Esta técnica descrita por Lazendorf en 1988, consiste en la introducción de un espermatozoide en el interior del citoplasma ovocitario.
El primer embarazo publicado con esta técnica data de 1992. En UR CEFIVA venimos desarrollando ICSI desde el año 1995 y hasta la actualidad son miles los niños ya nacidos en todo el mundo.
Con esta técnica se han podido resolver los casos de esterilidad masculina debida a grandes alteraciones en los parámetros seminales (escaso número, muy baja movilidad, elevado porcentaje de espermatozoides anómalos) que no indicaban la realización de FIV, e incluso resolvió los casos de varones que al tener obstruida la vía seminal, tenían espermatozoides en el interior del testículo pero no en el eyaculado.
Una vez obtenidos los ovocitos se procede a liberarlos de las células que le rodean para determinar el grado de maduración, ya que solo aquellos ovocitos que se encuentren en metafase II (maduros) podrán microinyectarse.
Tras procesar la muestra de semen y seleccionar los espermatozoides, éstos son colocados en una microgota con una solución hiperviscosa (Polivinilpirrolidona), que disminuye la velocidad de los espermatozoides, permitiendo una fácil captura de los mismos.
Los ovocitos se colocan en microgotas y se procede a la microinyección de un espermatozoide en el interior de cada ovocito.
Una vez terminada la microinyección, los ovocitos se colocan en medio de cultivo en estufa de 37ºC y 5-6% de CO2. El resto de las fases son idénticas a las de la FIV.
Indicaciones de la ICSI
- Factor masculino severo.
- Fracaso de fertilización en FIV anteriores.
- Fallo ovárico.
- Esterilidad de origen desconocido.
- Etc…